Ayer apareció una nueva version de Wine con un soporte para juegos mejorado. Uno prueba estas cosas siempre con un poco de escepticismo, pero tengo que reconocer que me ha sorprendido gratamente.
Me acuerdo cuando hace bastantes años leí sobre el proyecto Wine. Me asustó el imaginarme la enorme complejidad del proyecto (implementar API por API, función por función todo Windows) e incluso dudé de que puediera llevarse a cabo. Una vez más me equivoqué.
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